En
España, durante la Cuaresma, la prohibición de comer carne llevaba aparejada
una disminución del consumo de pan, de ahí que sea muy probable que el pan
sobrante se utilizara para elaborar este postre y de esta forma comenzaran a
asociarse con la época de Cuaresma. De
hecho las torrijas, elaboradas a base de pan empapado en leche y huevo, y luego
fritas, parece ser que tienen su origen 2.000 años atrás, porque ya eran
conocidas por los romanos. Marcus Gauius Apicius, el
gastrónomo romano más conocido de la antigüedad, escribió en el siglo I d C.
sobre este postre en su libro “De re
coquinaria”.
En
España, la torrija o torreja aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: «miel y muchos
huevos para hacer torrejas», al parecer como plato indicado para la
recuperación de parturientas. A comienzos de siglo XX eran muy
habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino (chatos), también se
elaboran de vino dulce en vez de leche, porque la tradición popular nos dice
que las torrijas representan el cuerpo y la sangre de Cristo (el pan y el vino)
aunque también era la excusa perfecta para tomar vino en época de
vigilia.
Hoy en día las torrijas son conocidas y consumidas internacionalmente, los franceses llaman a su versión el pain perdu, y los ingleses y los alemanes las denominan algo parecido, poor knights of Windsor y Arme Ritter, En Portugal se conocen como Rabanada. Para los americanos, las torrijas se llaman French Toast, los suizos las llaman Fotzelschnitten y los austriacos y bávaros Pofesen o Pavesen.
- 1 barra de pan duro del día anterior (o mejor pan de torrijas, link)
- 1/2 l.Leche
- 5 c/s Azúcar
- 1 Rama de canela
- 1 c/s Canela en polvo
- 250 gr. Aceite de oliva suave 0,4º
- 1 Cáscara de limón
- 1/2 Vaina de Vainilla (opcional)
- 2 Huevos
Elaboración:
1. Ponemos la leche al fuego y le echamos la rama de canela, 2 o 3 cucharadas de azúcar depende de lo dulce que nos guste, la corteza de limón y media vaina de vainilla, si decidimos ponerla.
2. Cuando empiece a hervir apagar y dejar infusionar con todos los ingredientes, dejamos que se temple, pues si está muy caliente el pan empaparía demasiado.
3. Partimos la barra de pan en rebanadas no demasiado gruesas.
4. Ponemos la sartén con el aceite al fuego.
5. Introducimos el pan en la leche templada y empapamos bien las rebanadas.
6. Seguidamente las rebozamos en el huevo batido y las freímos en el aceite no demasiado caliente.
7. Las escurrimos bien de aceite.
8. Ponemos las torrijas en una mezcla que hemos realizado con 2 cucharadas de azúcar y una de canela en polvo y las impregnamos bien y reservamos.
Para el almíbar:
1. Con el sobrante del azúcar y canela hacemos un almíbar para que resulten mas jugosas, le echamos un poco de agua, lo ponemos al fuego y dejamos reducir un poco.
El almíbar lo podemos poner por encima de todas a la vez o añadir individualmente en cada torrija al consumirla.
8. Ponemos las torrijas en una mezcla que hemos realizado con 2 cucharadas de azúcar y una de canela en polvo y las impregnamos bien y reservamos.
Para el almíbar:
1. Con el sobrante del azúcar y canela hacemos un almíbar para que resulten mas jugosas, le echamos un poco de agua, lo ponemos al fuego y dejamos reducir un poco.
El almíbar lo podemos poner por encima de todas a la vez o añadir individualmente en cada torrija al consumirla.
A ver si podéis comer solo una. Que tengáis una buena Semana Santa, acompañada de dulces caseros y no industriales.
magníficas torrijas, se ven tan jugositas, deben estar muy ricas.
ResponderEliminarUn beso y feliz semana santa
Gracias Chelo , me voy a tu cocina a ver que haces, bs
EliminarQue rica !!
ResponderEliminarEstamos de un torrijero :-)
Besos
La verdad es que si, es su momento, bs
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