El rooibos es un té libre de cafeína, sabe muy bien y - posee una colección de estudios que apuntan a sus grandes beneficios para la salud. Es ideal para la sobremesa, tendremos que servirlo bien frío.
El nombre del rooibos proviene de la palabra africana "arbusto rojo". Este un té de sabor fuerte, dulzón y con un poco de sabor a nuez. Lo recomendable es hacerlo el día anterior para que los sabores tengan tiempo de macerar y se liguen bien o bien lo hacemos por la mañana para tomarlo por la tarde. Es sencillo de elaborar y siempre triunfa. También se puede añadir un chorro de ron para aquellos que prefieran tomar alcohol.
Ingredientes:
- 5 tazas de agua
- 3 bolsas de té rooibos
- 3 rodajas grandes de jengibre
- 1 limón y 1 lima (o limón y medio)
- 1 chorro generoso de miel o sirope de arce
- El jugo de una manzana
- 2 ramas grandes de menta o hierbabuena fresca (o ambas)
- hielo
Elaboración:
1. En 3 tazas de agua añadiremos 3 bolsas de te rooibos y 3 rodajas grandes de jengibre e infusionar.
2. Añadir el zumo del limón, añadir la cáscara y el chorro de miel.
3. Meter en una jarra dos tazas de agua del tiempo y añadirle 1/4 litro de zumo de manzana, un puñado de hielo, menta y hierbabuena.
4. Mezclar las dos elaboraciones, meter en la nevera y enfriar.
Sí, a mi también me encantan los tés, me pierde un buen aroma a té con frutas y especias, y ya me tentaste con el rooibos ! Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu comentario
EliminarMuy sencillo y muy refrescante. Yo bebo rooibos a diario y también me encanta todos los demás ingredientes saludables en esta receta, así que a disfrutar!
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